Estreno el mes de Septiembre con un artículo sobre sensores de las cámaras. El sensor de la cámara es la parte que coge la imagen, lo que viene siendo el carrete si comparamos con la fotografía analógica.
En el mundo de la fotografía digital existen varios tipos de sensores: Full Frame, APS (variantes APS-C y APS-H), Micro 4/3, etc. Pero lo que más se encuentra en cámaras son Full Frame y APS.
No voy a entrar en muchos detalles sobre especificaciones técnicas, pero básicamente el sensor Full Frame es el mejor sensor para una cámara. Básicamente por un par de razones:
- Como su nombre indica, el sensor Full Frame es de formato completo, mientras que un sensor APS o Micro 4/3 al ser mas pequeños tienen lo que se llama un factor de recorte. Ello implica que por ejemplo un objetivo 10-20 para APS sería como un 15-30 en Full Frame, un 50mm en APS sería como un 75mm en Full Frame, un 18-200 en APS seria como un 27-300 en Full Frame. Es decir, que con un APS abarcaríamos menos que con un Full Frame, y con un Micro 4/3 abarcaríamos menos aún al tener un factor de recorte aún mayor.
- El sensor Full Frame al ser un sensor mas grande puede recoger más luz, lo que se traduce en menos ruido a niveles ISO mas altos.
- Permite «jugar» mejor con la profundidad de campo.
Ahora bien. Una cámara con un sensor Full Frame es notoriamente más caro que una cámara con sensor APS o Micro 4/3. Mucho mas caro. Para un fotógrafo profesional puede suponer una inversión con vistas a amortizar. Pero para un aficionado supone más un gasto que una inversión ¿Merece la pena que un aficionado adquiera una Full Frame? A título personal, considero que si no tienes vistas de dar el salto de aficionado a profesional no merece la pena realizar dicho gasto.