Hoy vengo con una reflexión. Y es que voy a realizar un cambio en la forma de trabajo.
Resulta que Carlos Larios realizó, a petición mía, una crítica a mi foto del reto 24. Y me llevé una crítica dura (un buen rapapolvo vamos), pero totalmente necesaria.
Cuando empecé con la fotografía, era capaz de representar buenas ideas, pero me faltaba técnica. Es por eso por lo que entre otras cosas decidí lanzarme a hacer el Reto 52 Semanas. Me venía bien para desarrollar la técnica.
A medida que iba avanzando en el reto era obvio que iba consiguiendo avanzar en la técnica, pero con ello surgió un problema. Que se me había «olvidado» mostrar el concepto, no era capaz de transmitir ninguna emoción en la foto. Conseguía hacer fotos bonitas con relativa buena técnica, pero solo era eso, fotos bonitas.
Esto se debía a que me obcecaba en desarrollar la técnica que había dejado de lado por completo de la parte creativa. Aunque haciendo retrospectiva, me he dado cuenta de que cuando hago una serie fotográfica soy capaz de tener un hilo conductor, de mostrar una historia.
Y es por eso por lo que cambio mi forma de trabajo. Siguiendo los consejos de Carlos Larios, ahora para los retos estoy haciendo una serie de fotografías con hilo conductor. Con esto consigo forzarme a conseguir fotos desde todos los ángulos y perspectivas, barajar otras opciones. Y así puedo acabar logrando una foto en el que concuerden tanto la técnica como la creatividad para mostrar el concepto a desarrollar. Y de paso, potencio una cosa en el que creo que puedo tener potencial.
Por ello le agradezco a Carlos Larios sus consejos y sus críticas.